Antigua y Fervorosa Hermandad del Rosario de María Santísima Nuestra Señora de las Nieves

Referencia histórica

Estamos ante un título mariano de gran belleza y honda estirpe devocional, en cuyo honor el Cabildo Catedralicio y el canónigo Justino de Neve patrocinaron espléndidamente entre 1662-65 la renovación de su templo cercano a la antigua Puerta de la Carne. Un templo que se cree conserva todavía la planta de la precedente sinagoga y para el cual trabajó en su ornato hasta el propio Murillo. Durante las solemnísimas fiestas de su dedicación, el ingenio literario del barroco acuñó una letrilla (alusiva a la Pureza Inmaculada de Nuestra Señora) que decía: “Del sol, aunque siempre Blanca, no me ofende del arrebol, porque me conoce el Sol”.

Parece que la Hermandad ya funcionaba en 1732. Como otras de Gloria, adoptó la forma de Rosario. En 1940 el rector de Sta. María la Blanca, don Santos Bustos Sáez, aprovechando una salida extraordinaria con motivo del Congreso Mariano Diocesano, reorganizó la corporación. Por los años cincuenta se celebraba una brillante velada en el barrio, coincidiendo con los cultos solemnes de agosto, que en 1972 pasaron a octubre, debido a la diáspora vacacional veraniega. Luego hubo dos períodos sin celebrarse la procesión. El pasado año 2000 se reanudó felizmente después de trece años y levantó enorme interés. Este año la titular vuelve a ir a la Catedral (no lo hacía desde la reorganización en 1940) para presidir el pregón de las Glorias.

Referencia artística

El 5 de agosto de 1864 el primitivo icono mariano fue sustituido por el actual, del famoso Juan de Astorga, obra no documentada, pero de segura atribución por sus características (Debe notarse que el escultor había fallecido en 1849, aunque eso no impide una factura anterior de la imagen). El paso lo repujó el orfebre Fernando Cruz Suárez (1949). Sus grandes respiraderos incluyen en los paños delanteros dos óvalos reproduciendo en metal los cuadros murillescos con la historia de esta advocación. Los candelabros, igualmente metálicos, ofrecen la particularidad de que sirvieron para la coronación de la Virgen de la Hiniesta en 1974. Las jarras son de Manuel Domínguez. La corona se debe a los artistas José López Camacho y Guillermo Domínguez (1969).

Datos curiosos

La ráfaga resulta abatible en su parte superior (rasgo que comparte con el Juncal y Mercedes de la Puerta Real) a fin de no obstaculizar la dificilísima salida. Durante ella siempre ha sido tradicional la lluvia de pétalos de flores (claveles blancos, jazmines…), cuyo simbolismo recuerda el origen de tan hermoso título mariano: Nuestra Señora de las Nieves o la Blanca, asimilable con la Basílica romana de Santa María Maggiore en el Esquilino, lugar que fue revelado mediante una nevada milagrosa.

Momentos interesantes

Sin duda y sin discusión posibles, se trata de la procesión de Gloria que, en su conjunto, abarca un itinerario más sugestivo, al discurrir por el barrio de Santa Cruz y jardines de Murillo, con parada o estación en el convento de las Teresas. Lo más acertado será que el lector la siga a lo largo de todo este itinerario y … “se deje llevar”.

Iglesia de Santa María la Blanca
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