Antigua, Real, Muy Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, Beato Marcelo Spínola, María Santísima del Rosario y Santo Domingo de Guzmán
Referencia histórica
Dos feligreses de la collación, agradecidos por haberse librado del terrible azote del cólera morbo, establecieron en 1865 los cimientos de esta Hermandad, y el prior provincial de los Carmelitas de Andalucía, padre Antonio María Monge Moreno, la erigió canónicamente con decreto de 28 de octubre de 1869. Tiene el título de Real, por haberse inscrito en ella Isabel II, sus hijas, el infante don Juan de Borbón. Asimismo, tiene el título de Ilustre, por la duquesa de Montpensier. Alcanzó gran arraigo en el barrio. Sin embargo, desde 1942 hasta 1972 padeció cierto eclipse, del cual la sacaron algunos piadosos hermanos, quienes sacrificándolo todo (tiempo, trabajo, dinero…) volcaron en ella sus mejores ilusiones. Y esta fe heroica de unos pocos es, por si muchos no lo saben, el verdadero “milagro” que mantiene en pie a tantas Hermandades de Gloria.
Referencia artística
José Gutiérrez Cano esculpió en 1867 la imagen de la Señora, que se distingue por su aspecto menudo (1,22 m. de alto) y por sus graciosas facciones aniñadas. Se bendijo en el convento de las monjas carmelitas de calle Santa Ana, desde donde vino a Santa Catalina, “con doscientas luces y un gentío inmenso”. El Niño Jesús -según ciertas noticias – se debe a Manuel Gutiérrez Cano en 1871, y es tan agraciado como la efigie materna. Todo el conjunto fue restaurado en 1971 por Francisco Buiza. La ráfaga es de Juan del Castillo (1872) y la corona, cetro y media luna son de plata sobredorada de Manuel de los Ríos.
Se procesiona bajo palio que recuerda a los de Semana Santa, con bambalinas repujadas por Celis, sujeto por diez varales, cinco a cada lado. Patrocinio López realizó en 1880-81 los bordados del manto, que Dolores Pérez Tascone pasó modernamente a nueva tela de tisú de plata. En 1979 se estrenaron la candelería, peana, sobrepeana y los candelabros de cola de siete luces, obra todo ello del orfebre Juan Borrero. Las mejoras se suceden con asiduidad, como lo acreditan también los nuevos respiraderos, de Bailac y Manuel de los Ríos, que superan a los antiguos, pero siguen la misma afortunada combinación cromática (madera oscura y brillante metal), enriquecidos además con capillitas para imágenes. En 2001 se añadieron las figuras de querubines. Tras el llamador va una miniatura de Sor Angela.
Datos curiosos
Conviene señalar el fino exorno floral y el ambiente que logra esta procesión en su barrio, donde es costumbre engalanar la torre parroquial con banderas. Desde que le fuera impuesta el 25 de mayo de 2005 la imagen luce la “Gran Cruz al Mérito Marítimo”, primera de esta clase que se otorga a una efigie carmelitana hispalense. Además, esta Hermandad cuida de los cultos de la Virgen del Rosario, patrona del barrio de Santa Catalina, con cuya Hermandad acaba de fusionarse oficialmente.
Momentos destacados
La salida (que desde el año 2000 se hace con el Himno de Andalucía), seguida por lluvia de pétalos de flores. Menos multitudinario, pero igualmente muy sugestivo, el regreso por la plaza Ponce de León, ya de madrugada, convidando a ello la temperatura estival.
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