Real,
Ilustre y Venerable Hermandad de Nazarenos y Primitiva
Cofradía Servita
de Ntra. Señora de los Dolores, Santísimo Cristo
de la Providencia,
María Santísima de la Soledad y San Marcos
Evangelista.
Capilla de
Ntra. Sra. de los Dolores.
(Dos «pasos»).
El origen de la Cofradía Servita se remonta a la de
Penitencia de los Siete Dolores, fundada en el Convento de los
Dominicos de Santo Domingo de PortaCoeli en el año 1490. Esta Real
Cofradía se agregó a la V. O. Servita, con aprobación de S.S. el Papa
Alejandro VI, el 25 de Noviembre de 1495. Trasladada al Convento de San
Pablo, se fusionó con la Hermandad de la Virgen de la Antigua, labrando
después Capilla propia cercana al citado Convento.
Posteriormente, al encontrarse esta Hermandad casi extinguida, varios
hermanos de la misma se trasladaron a la Parroquial del Evangelista San
Marcos, rindiendo culto a un grupo escultórico en talla de proporciones
reducidas, que aún conserva la Hermandad, en el que se representa la
Santísima Virgen de los Dolores con su Divino Hijo, muerto en el regazo
y al pié de la Cruz.
Se constituyó así como Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores en la
citada Parroquia, de la que desconocemos la fecha de su constitución
inicial, ya que en el Libro de las Reglas más antiguas, aprobadas el día 16 de agosto de 1696 (Cuyo
libro en pergamino se conserva desde dicho año), ya se menciona el
hecho de una refundación al recoger en su comienzo. “Por quanto por
parte de la Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores
nuevamente fundada en Parrochial del Sr. San Marcos de esta ciudad”, a
la que ya le concedió indulgencias el Cardenal Borja y Velasco
(Arzobispo de Sevilla desde 1632 a 1635).
Promovido por el Padre D. Juan de Lara y Villafranca se consigue su
aprobación como Orden Tercera agregándose a la Orden de los Siervos de
María.
El 21 de julio de 1720 por Bula otorgada en el Convento de San Marcelo
de Roma por Fray Sosteneo María Cavalli, Prior General de la
Congregación de los Siervos de María, dan licencia para fundar una
Congregación de Terceros Siervos, siendo la primitiva de la antigua
Archidiócesis de Sevilla.
Como adaptación de las primitivas Reglas de 1696 a la nueva situación
jurídica de Orden Tercera, fueron aprobadas el 25 de marzo de 1725
otras “Reglas que deben observar los cofrades de Nuestra Señora de los
Dolores y los Terceros Siervos de María”.
Labró capilla propia inmediata a la referida parroquia, siendo ésta de
pequeñas dimensiones, ampliándose en 1736 hasta llegar al tamaño que
hoy posee gracias a diversas
donaciones que se recibieron del Excmo. Ayuntamiento en varas de terrenos.
En 1740 y ante la necesidad de poseer imágenes de tamaño natural para
rendirle culto y sacarlas anualmente en su recorrido procesional, le
encargó al escultor sevillano Joseph de Montes de Oca, discípulo de
Pedro Roldán, el misterio para el “paso” de esta Cofradía (Enciclopedia
Espasa, tomo 36, página 604), con un costo de 8000 reales de vellón,
siendo éste el único pasionista que se conserva de dicho autor en
nuestra Ciudad.
Estas imágenes según el eminente académico Agustín de Cean Bermúdez,
“son las mejores obras del citado autor, porque después de tener
corrección y sencilla actitud, los tiernos afectos de las imágenes
mueven a la devoción de quienes las miran”. Para este grupo se le
construyo retablo de sencillas líneas según grabado que posee la
Hermandad, y en el cual se instaló en la parte superior una imagen de
Santo Domingo, como recuerdo de la procedencia de la Cofradía.
Hacia 1770 el insigne retablista portugués Cayetano de Acosta lo
reforma convirtiéndose en el retablo actual, joya del barroco
sevillano, que fue dorado en 1771 por Joseph Rodríguez.
Por aquellos años se incrementó su auge, según los registros de
hermanos de la época, sobrepasaban el millar, llegando incluso a
rotularse el trozo de la calle Santa Paula, que va desde San Marcos
hasta la Plaza de Santa Isabel, con la denominación de calle de los
Dolores, permaneciendo así hasta el año de 1845. En la actualidad y
desde los años setenta del siglo XX está rotulado con el nombre de
Siete Dolores de Nuestra Señora, en honor de Nuestra Venerada Titular.
Asimismo contaba en su patrimonio con grandes riquezas, tanto en
ornamentos sagrados como enseres para la cofradía, destacando la
magnifi cencia de la canastilla del paso que era tallada y dorada al
estilo churrigueresco y sobre el cual fi guraban las imágenes del
misterio; al parecer dicho “paso” desapareció durante la posterior
invasión francesa.
En 1779, tuvo que someter sus Reglas, como la generalidad de las
Cofradías existentes en dicha época, al Supremo Consejo de Castilla
quién aprobó las “Constituciones para Gobierno de la venerable
Hermandad y Orden tercera de Siervos de María Santísima de los Dolores”.
Para la confi rmación de los títulos de Real e Ilustre, dados por S.M.
el Rey Carlos III, se hizo información pública ante el Notario D.
Fernando González por comisión de D. Pedro Viñaseca Moreno, Alcalde
Mayor y Teniente Asistente de la Ciudad, quedando demostrado que habían
pertenecido a esta Cofradía personas reales, príncipes, duques,
marqueses y otros títulos nobles de Castilla.
Hacia 1790 comienza un secular ensamble de la Casa de Medinaceli con
nuestra Hermandad que va a perdurar hasta la mitad del siglo XX, el
Duque es nombrado protector y la Duquesa y sus sucesoras camareras de
Nuestra Señora, ostentando además a lo largo de la historia el cargo de
priora efectiva.
Continuó viviendo en su esplendor celebrando solemnes cultos y
efectuando obras de caridad entre los vecinos del barrio, habiendo
servido su capilla en bastantes ocasiones de parroquia, debido a las
diversas obras y siniestros acaecidos en la inmediata Parroquia de San
Marcos, hasta que en el primer cuarto del presente siglo, decayó su
vida corporativa, extremándose los días tristes de la pasada guerra
civil de 1936. Desapareciendo su segundo “paso”, que era de menor
tamaño que el anterior y de estilo gótico, así como ornamentos y
objetos que se usaban para el culto.
Posteriormente, se trató incluso de desmantelarla, intentando adaptar
sus Imágenes a Misterios de Cofradías de Penitencia de reciente
fundación, lo cual fue impedido por nuestro hermano y capiller D.
Manuel Crespo Trigo, q.e.p.d.
En tal situación se encontraba, cuando en 1950 un grupo de hermanos y
devotos decidieron revitalizarla bajo la dirección del M.I. Sr. D.
Manuel Ortiz Morilla, Capellán Real, constituyéndose en el año 1955 la
primera Comisión Gestora.
Ese mismo año se autorizó de la Congregación de los Sagrados Corazones
para que hicieran uso de la Capilla para el culto diario, mientras se
concluían las obras de restauración de San Marcos. El 1 de Noviembre de
dicho año, se eligió la primera Junta de
Gobierno, tomando posesión el día 20 de Diciembre.
El 26 de Noviembre de 1967 en el Convento de Santa Isabel fue bendecida
solemnemente, previa autorización de la Vicaría General del Arzobispado
de fecha 25 de Septiembre la imagen de María Santísima de la Soledad.
Dicha imagen fue realizada inicialmente en el taller de D. Antonio
Castillo Lastrucci en el año 1966, por encargo de los hermanos Esteban
y Juan de Dios Pechero Guinea, pero antes de ser recibida por la
Hermandad fue retallada y remodelada por nuestro hermano Antonio
Joaquín Dubé de Luque, quien también le talló unas nuevas manos.
Con esta efemérides, se abrió un nuevo capítulo en su historia,
dándosele a la Hermandad una mayor proyección al exterior en todos sus
actos, destacándose entre ellos su anual Estación Penitencial que con
las Imágenes de Nuestra Señora de los Dolores con el Santísimo Cristo
de la Providencia hacía el Domingo de Pasión al ex convento de la Paz,
donde era fraternalmente recibida por la Hermandad de la Sagrada
Mortaja.
Por auto dictado por el Juzgado de 1a Instancia e Instrucción núm. 8 de
Sevilla se promueve expediente de dominio que acredita el título de
propiedad de la capilla y casa a favor de la Hermandad. Por Decreto del
Arzobispado de fecha 18 de febrero de 1970, se le
agregó a su título las advocaciones del Santísimo Cristo de la
Providencia, María Santísima de la Soledad y San Marcos Evangelista. Su
Majestad el Rey Don Juan Carlos I, entonces como Príncipe de España,
aceptó en octubre de 1970 el cargo de Hermano Mayor Honorario de
nuestra Corporación.
Por el Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla, Don José María Bueno Monreal,
fue bendecida el día 26 de marzo de 1971, la Capilla de los Dolores
totalmente restaurada. El 16 de Abril del mismo año y por el Alcalde de
la Ciudad de
Valladolid, fue entregada a la Hermandad para que reciba culto en
nuestra capilla, una reproducción exacta de la imagen de Nuestra Señora
de San Lorenzo, Patrona y Alcaldesa Perpetua de dicha Ciudad. Por
Decreto de 29 de Diciembre de 1971, se le autoriza a esta Cofradía
a realizar Estación de Penitencia en la tarde del Sábado Santo en la
Santa Iglesia Catedral.
El sábado santo del año 1972 la Hermandad realizó su primera estación a
la S.I.C. acompañando a Nuestra Señora de los Dolores con el cuerpo
muerto del Santísimo Cristo de la Providencia en su regazo,
representado el sexto dolor de María en la Pasión de su Divino Hijo.
Por Decreto de fecha 6 de febrero de 1981 se autorizó la salida
procesional de María Santísima de la Soledad, la cual se efectuó en la
tarde del Sábado Santo de dicho año. Con fecha 4 de julio del 2000
amplia su patrimonio la Hermandad
adquiriendo un local en la calle Lira núm. 4 para almacén de pasos y
enseres.
El Consejo de la Provincia Española de la Orden de los Siervos de
María, nos reconoce con fecha 2 de junio de 2005 como “Grupo Laico
Servita”, vínculo que aumenta el espíritu de comunión y servicio entre
los Frailes Siervos de María y nuestra Hermandad. Desde el mes de noviembre de 2010 nuestra Hermandad forma parte como
fraternidad fundadora del Secretariado de Ordenes Seglares, Grupos
Laicos, Hermandades y Cofradías Servitas de Andalucía.
Imágenes titulares: Nuestra Señora de los Dolores y Santísimo Cristo de
la Providencia, atribuida a José Montes de Oca (siglo XVIII); y María
Santísima de la Soledad, obra de Antonio Castillo Lastrucci y
remodelada por nuestro hermano Antonio Dubé de Luque.
Pasos:
Primer Paso: El grupo escultórico va sobre una peana en plata y carey
con ángeles pasionarios. La canastilla es barroca, de caoba oscura, con
cartelas, profetas y querubines. Se ilumina con faroles de metal
plateado y lleva jarras de orfebrería.
Las andas procesionales son obra de la labor conjunta de una serie de
importantísimos artistas contemporáneos. El paso se inscribe dentro de
un estilo neorrocalla (churriguereresco), realizado en caoba de Brasil
y decorado con relieves, querubines y profetas. En primer término, el
acreditado ebanista Francisco Baillac realiza la carpintería del paso
en 1978, cuya forma del canasto recuerda al antiguo paso que poseía la
hermandad. Antonio Vega inicia la talla de las cartelas, que no llega a
terminar. Posteriormente el maestro Manuel Guzmán Bejarano las retalla,
diseña y talla los respiraderos y el canasto del actual portentoso
paso. En las esquinas del canasto, se ubicaron las figuraciones de los
cuatro Profetas Mayores cuyos modelos (Isaías, Jeremías, Ezequiel y
Daniel) realizó Luis Ortega Bru, fechados en 1981, y que posteriormente
fueron terminados por Manuel Escamilla. En las esquinas de los
respiraderos se pueden contemplar unos ángeles, que también son obra de
Luis Ortega
Bru. En el centro de cada cartela del canasto destacan escenas con
temas marianos, obras de Francisco Buiza y que fueron terminados por
Juan Ventura, así como la colección de querubines que adornan el
canasto. El barnizado y combinación de claro/oscuro corrió a cargo del
taller de charolado Bacaro.
PEANA CRUZ
Antonio Dubé de Luque realiza el diseño de dicha peana, Antonio Jesús
Dubé Herdugo el de los querubines y Manuel de los Ríos la mano de obra
en orfebrería, todo en el año 2011. La peana es de base cuadrada,
aunque sus ingletes, situados en cada una de las caras, convierten
dicha planta en cruz latina. Su perfil está realizado a juego
con la que sustenta el Misterio, con plata y carey. Presenta unas
líneas sinuosas, de curva y contra curva, rematado en su parte superior
por una moldura no rectilínea, rota en su frente por una cartela de la
que resalta en relieve la cabeza del evangelista San Marcos. En los
flancos, dos piezas cinceladas a manera de arbotantes sobre la que
asientan sendos querubines en actitud de exaltar la Santa Cruz.
CRUZ
Antonio Dubé de Luque realiza el diseño de la cruz, Antonio Jesús Dubé
Herdugo el de las figuras en marfil y Manuel de los Ríos la mano de
obra en orfebrería, finalizada en 2016. La Cruz, de sección octogonal
irregular, está realizada en madera de caoba y guarnecida con una
decoración en plata siguiendo un estilo rocalla. Presenta pequeñas
cartelas en plata y centros de carey. En la cruceta, se destacan dos
cartelas, la delantera con el relieve en marfil del Cordero Místico y
en la trasera, el anagrama de Jesús Hombre Salvador. A estas se añaden
otras pequeñas cartelas con las representaciones de los Evangelistas.
Segundo paso. El paso es de estilo renacentista, lleva palio de “cajón”
de color granate bordado en oro. En la delantera figura un templete
relicario. El manto es negro bordado en oro.
El palio responde al conocido tipo denominado “de cajón” y es uno de
los principales y más largos proyectos llevados a cabo por la
hermandad. Los trabajos de confección de los bordados del palio de
María Santísima de la Soledad dan comienzo en el año 1983. Las
distintas piezas que lo componen fueron proyectadas por Antonio Dubé de
Luque y posteriormente realizadas en el Taller de bordados del Convento
de Santa Isabel.
El techo de palio constituye una obra admirable tanto en su diseño como
en su finalización. En cuanto a su iconografía, el techo se decanta
hacia la heráldica, ya que nos muestra en su parte central el escudo de
la hermandad. Este escudo queda enmarcado por un rico friso compuesto
de elementos vegetales. En cada una de las zonas centrales de cada
lateral, se ubica una cartela donde se recogen textos relativos a la
Virgen María en forma de letanías: Regina Apostolorum, Regina Sine Labe
Concepta, Regina Servitorum, Regina in coelo Assumpta.
En los respiraderos del paso, en los que se conjugan acertadamente la
orfebrería y los bordados procedentes de los talleres de Ríos y del
Convento de Santa Isabel respectivamente, merece la pena hacer una
especial mención a las cartelas, del orfebre José Zabala Osuna, donde
se recogen escenas de la vida de Cristo enmarcadas por la letra de la
conocida secuencia Stabat Mater Dolorosa.
Insignias destacadas: Como insignia destacada tendríamos el Estandarte
de Nuestra Señora de los Dolores. Fue una donación de la Duquesa de
Medinaceli, camarera de la Virgen en ese momento, tiene bordados de
finales del siglo XVIII y la pintura central esta atribuida a Domingo
Martínez, uno de los mejores pintores sevillanos de ese siglo. Destaca
por ser una obra única, de gran tamaño y porte.
Otros datos de interés: Su cortejo de pequeños monaguillos que se
sitúan delante del primer paso. Realiza una importante labor social en
el barrio a través de su Bolsa de Caridad. Este año, con motivo del "VI
Centenario de la Bula Apostolicae Sedis Providentia, por la que se
constituye la Orden
tercera de Siervos de María",
el Consejo Servita de nuestra Hermana Orden Seglar de Siervos de María
de Carmona, nos acompañará en nuestra estación de Penitencia a la S.I.C.
TÚNICAS:
Negras de cola, con escapulario, antifaz de muceta y
cinturón de cuero
del mismo color. Sobre el antifaz lleva el Corazón Doloroso
de María
traspasado por siete puñales y timbrado por la corona real
de España.
Esta túnica esta basada en el hábito de la Orden
de Siervos de María
CAPATACES: Antonio Villanueva (1º Paso) y Francisco Javier Pagés Fernández (2º Paso)
MÚSICA:
Cruz de guía: Capilla musical San Telmo. Paso de Nuestra Señora de los
Dolores y Stmo. Cristo de la Providencia: Banda musical la Soledad de
Cantillana. Paso de María Stma. de la Soledad: Banda Municipal de
Coria del Río