Pontificia
y Real Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de Roca-Amador,
Ánimas
Benditas, Beato Marcelo Spinola y Primitiva Cofradía de
Nazarenos de
María Santísima en su Soledad.
Parroquia de San Lorenzo.
(Un «paso»).
La Hermandad de la Soledad surgió en Sevilla a mediados del
siglo XVI. La primera constancia documental que tenemos de la
existencia de la Cofradía se remonta al año 1549, cuando sabemos que
residía y salía del monasterio de Santo Domingo de Silos. Pocos años
después la Corporación se constituyó oficialmente, constando que sus
primeras reglas se encontraban aprobadas en 1557.
Tras pasar por los templos de Santiago de la Espada (1561-1568) y el
Hospital del Amor de Dios (1569), se estableció en la Casa del Carmen
calzado de Sevilla
edificando en sus terrenos una gran Capilla que fue alabada por los
cronistas que la conocieron y en la cual permaneció desde 1575 hasta
1810, es decir, el período más prolongado de su historia.
El siglo XVIII, que se inició con una nueva renovación de las reglas en
1707, se caracterizó por la integración en la Hermandad de la nobleza
sevillana. No obstante, lo que es especialmente reseñable es la
relación plena que existió con la Real Maestranza de Caballería de
Sevilla, desde el mismo momento de su creación oficial en 1670.
Tras este período de esplendor, llegó el mayor punto de inflexión en la
historia soleana, pues tras el deterioro social y político que
condujeron a la invasión francesa, la Hermandad sufrió la devastadora
pérdida de la extraordinaria Capilla que fue su sede durante 235 años.
La destrucción se produjo a principio del mes de marzo de 1810.
Tras la salida de los invasores de la Ciudad, los soleanos volvieron a
reunirse y aunque se acordó reconstruir el templo en la Casa Grande del
Carmen, esto no se pudo llevar a cabo, por varios factores. En 1815, la
Corporación cayó en la más profunda crisis de su historia, pues no sólo
no se efectuaron las salidas procesionales, sino que no constan actas
de cabildos, aunque la Virgen de la Soledad sí recibía culto, como lo
demuestran las convocatorias cuaresmales existentes en las décadas
siguientes.
Este oscuro período terminó en 1860, la Hermandad se trasladó a la
iglesia parroquial de San Lorenzo ocupando la Capilla donde continúa
recibiendo culto la Imagen de María Santísima en su Soledad.
Si tenemos que resaltar un hecho de su época final fue sin lugar a duda
la fusión con la Hermandad del Santísimo de San Lorenzo. Este proceso
unificador de las corporaciones duró prácticamente una década hasta que
en 1977 fueron aprobadas las nuevas reglas que dan el actual carácter a
la Corporación.
En todo este tiempo, en estos cuatro siglos y medio de existencia, la
Imagen de la Virgen de la Soledad es lo único que verdaderamente ha
permanecido, siendo su Figura la que ha unido a tantos y tantos
soleanos de todas las épocas que han dirigido sus miradas y sus
plegarias a Ella. Esta Imagen de la Virgen sola es, con toda
probabilidad, la efigie mariana dolorosa más antigua que procesiona en
Sevilla (seguramente anterior a 1568).
El paso en el que procesiona la Virgen de la Soledad es una obra
concebida por el pintor Santiago Martínez Martín y plasmada por
Francisco Ruiz Rodríguez «Curro el dorador». Se estrenó el Viernes
Santo de 1951. Esta obra, completamente tallada y dorada, fue creada en
estilo neobarroco y se compone de respiraderos con cuatro maniguetas,
canasto y peana, con la presencia de una trama de azucenas estofadas en
blanco, símbolo de la pureza de María, y uno de los signos
identificativos de estas andas.
Es preciso destacar de estas andas el extraordinario estudio de su
iluminación, que se realiza por medio de cuatro candelabros con ocho
guardabrisas situados en las esquinas y otros cuatro que salen más
abajo de la mesa del paso con la mitad de codales, más otros dos en el
centro de los costeros con cinco luces cada uno, así como con cuatro
guardabrisones que tienen la misión de alumbrar la canastilla, por lo
que, junto con la candelería el número total de puntos de luz de este
paso es de ciento seis.
La Imagen de la Virgen de la Soledad, se sitúa a una altura elevada en
un tercer cuerpo, que se dispone a manera de peana, llevando
reproducido el escudo de la Real Maestranza, cuyo Teniente de hermano
mayor es hermano mayor honorario de esta Hermandad. Mide el paso 3.720
centímetros de largo, por 2.560 de ancho y 5.970 desde el suelo hasta
el punto más alto de la Cruz.
Esta obra de arte fue restaurada, dorada y estofada de nuevo por
Enrique Castellanos Luque, cuyos estrenos parciales se produjeron los
Sábados Santos de 2005 y 2006.
Insignias destacadas: Cruz de Guía (Manuel Seco Velasco) (1973), Guión
de la Caridad (El origen de esta insignia se encuentra en 1963 cuando
por iniciativa del entonces hermano mayor José de Rueda Carrion se creó
el Sobre de la Caridad, que fue emulado por otras cofradías. En el
mismo se puede leer «EN ESTE SOBRE CERRADO: TU OFRENDA A LA
CARIDAD, SI NO PUEDES NADA, NADA. SI PUEDES POCO: POCO. SI PUEDES
MUCHO, MUCHO. NADIE MÁS QUE DIOS, LA VIRGEN Y TÚ LO PUEDES SABER. DE
TODAS FORMAS QUE DIOS TE LO PAGUE Y LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD
TE LO PREMIE».) y Guión de la Vida (2010): El Guión de los Niños.
Se quiere conmemorar y homenajear a todos los niños, desde que son
concebidos, donde empiezan a tener alma, a tener VIDA.
Otros datos de interés: Podría ser la Dolorosa sevillana más antigua y
la primera imagen mariana que utilizó baldaquino en su paso. La
cofradía fue pionera en el llamado “Sobre de Caridad”, fechado hace más
de 50 años, en el que los hermanos depositan un donativo para la Bolsa
de Caridad. Estos donativos se colocan dentro de una bolsa a los pies
de la Virgen en la estación de penitencia del Sábado Santo. Destaca el
alto número de niños que componen el cortejo durante la primera parte
del recorrido.
TÚNICAS: Túnica de sarga o
lienzo blanco de cola. Encima de la túnica, cayendo sobre el pecho y la
espalda del hermano, irá un escapulario en satén o tergal negro. Por
debajo de las bocamangas de la túnica, irán unos manguitos negros de la
misma tela. El antifaz es asimismo de igual tejido, en color negro, en
donde irá sobrepuesta en forma de escudo la Cruz de San Juan de Letrán,
en color blanco. La túnica irá ceñida a la cintura por cíngulo o cordón
de algodón negro.
CAPATACES:
Rafael, Pedro y Ramón Ariza Moreno
MÚSICA:
No lleva
ESTRENOS: Restauración textil del manto de salida por parte de la empresa CYRTA.