Real,
Ilustre, Antigua Fervorosa y Franciscana Hermandad Sacramental y Cofradía de
Nazarenos del Santo Sudario de Nuestro Señor Jesucristo, Santísimo
Cristo del Buen Fin, Nuestra Señora de la Palma Coronada, San Francisco
de Asís y San Antonio de Padua. Convento de San Antonio
de Padua (PP. Franciscanos). (Dos «pasos»).
Las
noticias más antiguas que se tienen de esta Hermandad datan del año
1590, y, según las mismas, en dicho año, y por el gremio de curtidores,
fue fundada en la iglesia de San Juan Bautista, vulgo de San Juan de la
Palma, de esta ciudad de Sevilla, una Hermandad para dar culto a una
imagen de la Santísima Virgen, bajo la advocación de Madre de Dios de
la Palma. Sus primitivas Reglas fueron aprobadas por el Sr. Provisor en
el año 1593.
Pasados muy pocos años, a principios del siglo
XVII, se trasladó aquélla al Hospital de San Andrés, y, posteriormente,
según consta por escritura otorgada ante el escribano Simón de Pineda
en 19 de marzo de 1605, al Convento de San Antonio de Padua, de los
Padres Franciscanos, cuyo Ministro Provincial, fray Juan de Hierro, el
día 25 del citado mes y año, y en nombre de la Orden, le donó una
Capilla situada bajo el Coro de la Iglesia, "a mano izquierda según su
entrada", con puerta a la calle y sala de Cabildos, obligándose al
mismo tiempo la Comunidad por él representada a darle sitio preeminente
en cualquier nuevo Templo al que pudiese ir la Orden y, por ello, la
Hermandad.
Posteriormente y siendo Provincial de la indicada
Orden fray Juan de la Palma, se comenzaron las obras de la nueva
Iglesia, que duraron desde el año 1627 hasta 1739, asignándosele a la
Hermandad una nueva Capilla, según consta en escritura de capitulación
del 28 de octubre de 1641, emplazamiento que no fue definitivo, pues al
incorporarse a la Iglesia unos terrenos colindantes se le destinó a la
Hermandad un lugar en los mismos, de acuerdo con cuanto figura en
escritura de 17 de marzo de 1642. Fray Andrés de Guadalupe menciona que
esta nueva Capilla estaba situada en una parte del compás de la Iglesia.
Era
muy íntima la unión entre la Hermandad y la Orden franciscana, y prueba
de ello es la citada escritura de 17 de marzo de 1642, suscrita ante el
Escribano José de Medina, que sucedió al Escribano Francisco López
Castellar, pues por ella, Francisco López y ciertos testigos y el
Guardián del Convento de San Antonio, por licencia del Provincial, y el
Síndico del Convento, fray Bartolomé de San José, establecieron un
ajuste y concordia entre ambas organizaciones.
Desde su
fundación hizo esta Hermandad Estación de Penitencia a la Santa Iglesia
Catedral en la tarde del Miércoles Santo, llevando además de las
Sagradas Imágenes en sus "pasos", el Santo Sudario, que era portado a
mano por seis Padres de la Orden franciscana, existiendo la constancia
de que en el año 1621 así lo hizo.
Tras varios avatares e
intentos de renovación, en el año 1908 se reorganizó la Hermandad,
siendo aprobadas nuevas Reglas el 4 de Junio de dicho año. Al principio
solo poseía un paso, en el que, junto al Señor, figuraban las Marías,
San Juan y la Virgen. En el año 1930, queriendo darle mayor esplendor,
se estrenó el paso de palio para la Virgen.
La Imagen del Cristo
del Buen fin se debe a la gubia del imaginero Sebastián Rodríguez,
discípulo de Juan de Mesa y coetáneo de Martínez Montañés, y fue
realizado en el año 1645. (La señora María Teresa Dabrio, investigando
en el archivo de protocolos notariales de Sevilla, encontró el contrato
para realizar la Imagen del Crucificado entre la Cofradía y el maestro
escultor así como el recibo del documento de pago del precio
establecido, que fue de 150 ducados en monedas de vellón).
Desde
el estreno del paso de Virgen, la Imagen del Santísimo Cristo del Buen
Fin procesionó solo con la Magdalena arrodillada a sus pies y, a partir
del año 1971, se incorporaron al paso, además de María Magdalena, los
Santos Varones José de Arimatea y Nicodemo, así como un centurión
romano, figuras todas ellas realizadas por Luis Álvarez Duarte. A
partir de 1998, y por decisión tomada por los Hermanos, han sido
suprimidas las figuras secundarias procesionando sola la Imagen del
Cristo del Buen Fin.
El «paso» es de madera, tallado y dorado, estilo barroco, restaurado en
el año 1981 en los talleres de Antonio Díaz.
La
Imagen de Nuestra Señora de la Palma, atribuida a Roldán, luce con su
belleza la magnífica obra de su "paso" y palio, siendo de terciopelo
azul muy oscuro, bordado en forma de abanico, el manto, de original
diseño de Gómez Millán el palio y riquísima la corona. En el año 1992
estrena juego de jarras y varales, en plata de ley realizado por Manuel
de los Ríos.
En 1963, fue erigida Hermandad Sacramental. Pese a
que su vinculación con la Orden Franciscana se remonta al año 1605,
datando de 1642 la primera concordia celebrada entre la Hermandad y
dicha Orden, no es hasta 1977 cuando obtiene de la Curia Generalicia de
la Orden de Frailes Menores, la Carta General de Hermandad que le
confiere el derecho a usar el título de Hermandad Franciscana.
TÚNICAS:
Color marrón, al igual que el habito franciscano y cordón a la cintura.
CAPATACES: Francisco Reguera Corriente en el Cristo y Juan José Cobos Rosales en el Palio
MÚSICA:
Banda de cornetas y tambores de la Centuria Macarena (Cristo) y Banda de música Sta. Mª de Las Nieves de Olivares (Palio).
ESTRENOS: Restauración completa de las Bambalinas del techo de Palio y misterio completo en el paso de Cristo